Mi Karla preciosa llego a nuestro hogar con solo 2 meses de nacida, siendo ella una pequeñitica Labradora hermosa, nos lleno de mucho amor y cariño al ver así tan pequeña, tan indefensa, tan tierna, tan juguetona. El ayudarla a crecer es algo maravilloso porque estas con ella siempre viéndola crecer de un momento a otro, de pasar de ser un pequeña Labradora a ser una gran Labradora, muy grande y juguetona, complicada para el comer, no come si uno esta al lado de ella, llora para que la acompañemos mientras come, nos llama con su patica y su carita de ternura que ablanda cualquier corazón duro, es duro el trasnocho con ella con sus llantos y limpiando sus cositas, pero es hermoso saber que tienes a una compañera que no te cambia por nada y que llora para que estés con ella.
Mi Karla es celosa aunque me cuesta creerlo pero lo es. Mas que un perro, es alguien mas de mi familia, es como un hijo que llena de ternura a cualquiera que la vea.
Es incomparable tener esta dicha de criar a una perra tan hermosa y tan inteligente, comparto con ustedes esta emoción tan divina que es tener un Labrador.
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